Geología y geomorfología

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Geología regional4

Contexto

El área de influencia del proyecto vial reposa sobre un basamento netamente oceánico, siendo la falla del río Cauca, la que separa los dominios de corteza oceánica al occidente y corteza continental o siálica, al oriente y no la falla de Romeral, como se ha sostenido en múltiples publicaciones (e. g., citar un par de las más significativas; la afirmación anterior es de ustedes o se puede atribuir a otros autores, a quienes?).

Evolución histórica

La historia geológica de la vertiente del Pacífico de Colombia tiene registro confirmado apenas desde el período Cretácico, desconociéndose entonces la presencia de rocas más antiguas. La siguiente es una secuencia cronológica típica (desde las más antiguas hacia las más recientes) de las unidades litológicas presentes en la región en la que el proyecto vial se inscribe:

  • La siguiente unidad estratigráfica es una secuencia de sedimentos pelíticos, potentes pero de espesor variable, pobre en fósiles, con interrelaciones menores de capas lidito-arenáceas y calcáreas. Dichas rocas se representan generalmente muy plegadas y afectadas por tectonismo intenso. En la literatura geológica, esta unidad se conoce como Formación Penderisco del Grupo Cañasgordas (v. González y Barrero, 1991). En Antioquia y Chocó, el miembro Penderisco consta de shales negros, grauvacas, ocasionales conglomerados turbidíticos y lentejones lidíticos y calcáreos, todos con una diagénesis alta, pero sin llegar a claro metamorfismo. <font="green">(edad de estos sedimentos)
  • Las siguientes son rocas intrusivas y efusivas de composición diorítica y tonalítica que forman una amplia, pero discontinua franja al oeste de la cordillera Occidental; aunque la composición más frecuente de las rocas plutónicas es de tonalita, a veces se observan también gabros, una variación atribuible a la asimilación de materiales ultrabásicos. De todas ellas se encuentran buenos afloramientos, de extensión variable, desde la serranía del Darién, en los límites con Panamá, hasta las cuencas del Patía y Telembí, en el departamento de Nariño, entre los que se destacan las del batolito de Mandé que corre paralelo a los ríos Atrato y San Juan. Según lo indican las dataciones radiométricas disponibles (v. Stibane, 1981; Restrepo et al., 1991) dichas rocas se habrían emplazado durante el Eoceno.
  • Suprayaciendo el episodio magmático mencionado, comenzó una sedimentación marina al oeste de la cadena volcánica originada por él. Se trata de una secuencia, Eoceno tardía, integrada ante todo por liditas, calizas silíceas, areniscas grauváquicas e hititas oscuras laminares (shales), que en conjunto han recibido diversos nombres: formación Clavo, Cacaricá, Suruco, Chigorodó, etc.
  • Sobre los sedimentos mencionados, y traslapando lateralmente a éstos, aparece una sucesión, depositada durante el Oligoceno, que comprende margas, calizas puras, calizas arenosas y tobas. A esta sucesión se le han dado nombres distintos como: formación Uva, formación Truandó, formación Ciego, formación Sierra, entre otros.
  • Finalmente, sigue una espesa acumulación, a la que se atribuye edad miocena, de areniscas arcillosas de color oscuro, con algunos niveles de conglomerados y ocasionales lentes de lignito. Se trata de la unidad que se conoce con los nombres de formación Naya, formación Condoto, formación Napipí y formación Bojayá. Esta unidad litológica se observó a lo largo del recorrido hecho por la zona de influencia directa del trazado de la vía.

Tectónica regional

El primer rasgo tectónico -y el más importante en la evolución del Pacífico colombiano- es la falla de Utría, que ha sido tomada como la expresión superficial de una zona de subducción, ya que allí se concentran los epicentros sísmicos más someros de todo el occidente colombiano que de esa línea hacia el oriente ganan en profundidad. La falla de Utría constituye un cabalgamiento al que acompañan numerosas fallas inversas menores y paralelas a ella, muy evidentes en la región costera del Baudó.

Posteriormente se inició un fallamiento de dirección N-S, con fracturas en su mayor parte transcurrentes, paralelas y posiblemente satélites de la 'falla del Cauca, bien representadas en las regiones de Calima (sitio de la presa), el curso alto del río Micay, entre el río Patía y la laguna de El Trueno y entre Yuto y Lloró (Chocó), donde causan una notable flexión de los cursos de los ríos Cabi, Atrato y Cértegui

La falla del Cauca, de carácter direccional, transitapor el oriente la cordillera Occidental y parece ser la causante de la formación de la depresión Cauca-Patía; dicha fractura, junto con las mencionadas en el párrafo anterior, podría representar, al mismo tiempo, la zona de contacto tangencial entre un paleoarco de islas, al occidente y el Bloque Andino, al oriente.

Evolución biogeográfica

Hasta mediados del presente siglo las selvas del Caribe centroamericano, Pacífico ecuatoriano y valle medio del río Magdalena convergían en el Chocó. Según LeIlinger (1975) este conjunto selvático presenta muchos más elementos en común con las selvas del flanco norte de la Sierra Nevada de Santa Marta y las del Catatumbo, de las cuales está separado por barreras naturales que con las selvas amazónicas u orinocenses del otro lado de los Andes. El Chocó también está aislado de la Amazonía

Por lo tanto, se puede hablar de un conjunto selvático cisandino amazónico - orinocense y de otro, transandino situado al occidente de la cordillera Oriental.

Existen varias teorías con respecto al origen de las selvas transandinas: algunos, como Croizant (1976) piensan que la parte tropical de América del Sur, poseía, a finales del terciario, una flora generalizada que se fragmentó por el levantamiento de los Andes. Pero esto presupone la existencia de tierra firme al occidente de los Andes; evidencias geológicas recientes muestran que no fue así. Durante la mayor parte del terciario, el borde occidental del continente era una gran falla por la cual corre actualmente el río Cauca. Según Malfait y Dunkelman (1972), en el Oligoceno la cordillera Occidental era el fondo marino; su emergencia empezó en el Mioceno.

A medida que ocurrió el levantamiento de las cordilleras, la flora preexistente debió dispersarse a la zona Andina. La región Chocoana, que en un principio debió tener el aspecto de un archipiélago vecino a un continente al emerger apenas las cimas de la cordillera, paulatinamente, se trasformó en tierra firme con montañas de poca elevación que aun no se constituían en barreras, sino más bien en vías de paso.

Haffer (1970) descarta esa posibilidad pues considera que las tierras emergidas serían bajas y pantanosas; sin embargo, zonas que actualmente se encuentran en levantamiento presentan, por el contrario, relieve montañoso, como la Serranía de Baudó, la isla Gorgona o la Sierra Nevada de Santa Marta.

No hay acuerdo, entre los distintos autores, acerca de cuando los Andes alcanzaron alturas considerables; para algunos, como Van der Hamen (1974), la ausencia demorrenas u otras evidencias glaciares anteriores a la penúltima glaciación, (ca. 250.000 años), indicaría que sólo para esta época, las cordilleras alcanzaron la altura correspondiente a nivel de las nieves perpetuas, inferior a más de 1.000 m al actual durante los períodos glaciales o sea, ca. 3.200 m s. n. m. En cualquier caso, la cordillera se constituyó en barrera hace muy poco tiempo, en la escala geológica.

A partir de este momento la cordillera, ya con cierta elevación, pudo además modificar el clima de los valles interandinos, por efecto de la sombra de lluvia o Föhn, produciendo sequía extrema en los valles internos y extrema humedad en algunos flancos externos.¿Por qué la serranías del Darién y del Baudó, no presentan el efecto de rain shadow en sus vertientes orientales, valles del río Baudó y del río Atrato; mientras que el valle del Cauca es xerico, con estaciones de lluvias y estío marcadas, desde Suarez (N del Cauca), hasta abajo de Santafé de Antioquia?

Para la flora, el levantamiento de las cordilleras originó microclimas en sus flancos particularmente en los extremos, donde se produce alta condensación de lluvia orogénica. Esto permitió sobrevivir a los elementos de selva húmeda durante los períodos secos, en el caso del Chocó, en condiciones mejores por mayor humedad que la misma Amazonia. Si se asume que, para ese entonces, el relieve ya era bastante similar al de hoy, esos refugios o microclimas corresponden a las zonas actuales de mayor precipitación.

Fairbridge (1972) propuso un esquema para el clima durante los pleniglaciales que coincide, curiosamente, con las circunstancias que rodean al fenómeno de El Niño; la corriente de Humboldt, se aleja de la costa pacífica peruana y ecuatoriana al ser desplazada por la corriente ecuatorial cálida que produce un marcado efecto ciclonal y abundantes lluvias en la zona normalmente desértica. Debido al ciclón que se forma sobre el Pacífico se incrementa la fuerza del viento que converge hacia su núcleo. Los vientos Alisios del este producen sequías extremas en las planicies alejadas de la cordillera tanto en la costa caribe colombiana como en los llanos de la Orinoquía y por el efecto Föhn, igualmente en los valles interandinos. En cambio el flanco oriental de la cordillera presenta un régimen de lluvia casi normal en el piedemonte llanero y excesivo en el amazónico. En la región Chocoana y en las estribaciones norte de las cordilleras Occidental y Central, las lluvias se mantienen aunque con un ligero descenso.

Según Malfait y Dunkelman (1972), Guatemala era en el Oligoceno temprano, el límite sur de Norteamérica y de ahí hasta el actual Darién, Centroamérica consistía en una cadena de islas separadas del continente suramericano por el geoisinclinal de Bolívar; en el Mioceno superior, la cadena de islas se transformó en un corredor terrestre continuo entre Guatemala y el Darién, separado aun de Suramérica, por un estrecho, bordeado por el arco de islas del Chocó. Para ese entonces debieron emerger algunas cimas de la cordillera Occidental, la cual se formó por el choque de dicho arco y de la placa oceánica que lo subyace, contra la plataforma continental suramericana.

A finales del Plioceno y principios del Pleistoceno, el levantamiento de la cordillera occidental y la colmatación por material volcánico y sedimentos de los que hoy es el valle de los ríos Atrato y San Juan, permitieron el paso continuo de Suramérica a Centro y Norteamérica. El clima de sabanas que prevalecía facilitó por un lado el paso de mamíferos norteamericanos hacia el sur pero, al mismo tiempo, demoró la expansión de la selva húmeda suramericana hacia el norte. La colonización de las tierras bajas de Centroamérica, por elementos de selva húmeda provenientes de Suramérica, solamente ocurrió cuando las montañas alcanzaron allí suficiente elevación para actuar como condensadores durante los períodos interglaciales cálidos y húmedos, es decir, bien entrado el Pleistoceno. La vegetación proveniente del norte, aprovecho las mayores elevaciones de las montañas para avanzar hacia el sur; y los periodos fríos, para cruzar las tierras bajas.

En conclusión, la variedad de flora chocoana se puede atribuir a: en primer lugar, a la superviencia de elementos de la flora terciaria amazónica, probablemente, bajo mejores condiciones de humedad que en la misma Amazonía durante los períodos secos del Pleistoceno. En segundo lugar, la especiación "in situ" aunque no se debe exagerar el alcance de esta posibilidad, dado que el aislamiento es muy reciente. En tercer lugar, a elementos provenientes de Norteamérica vía el itsmo centroamericano. Por último, así sea un porcentaje mínimo, el arco de la isla del Chocó también debió aportar algunos componentes.Quizás por especiación, consecuencia de la insularidad, pues las islas alojan menos especies que los continentes

La pobreza en especies de peces de agua dulce de los ríos que drenan al Pacífico se debe en parte, al levantamiento rápido de la costa lo cual impide la formación de planicies amplias de inundación también, a la alta precipitación que implica gran dilución de nutrientes en los ríos y por consiguiente, baja la productividad. La variedad y abundancia de peces aumenta al norte en la cuenca del río Atrato y al sur en el río Guayas, en los dos casos, al disminuir la precipitación cuyos máximos valores se encuentran en la zona intermedia.1. La diversidad de peces fluviales es, según varios autores (e. g., Müller, 1980; Neiff, 1990, Welcomme, 1990), función del tamaño de la planicie aluvial que aloja múltiples hábitat y recursos; las más altas diversidades están en los grandes ríos con planicies aluviales del continente, e. g., Amazonas (2.000 spp), Paraná (355), Orinoco (318), Negro (254), Magdalena (168), etc., aun ríos chicos como el Catatumbo () o el Ranchería () alojan bastantes especies por tener planicies desarrolladas. 2. La afirmación de la baja productividad de los ríos por abundantes lluvias es imprecisa, posiblemente no sea correcta, los ríos Amazónicos son igualmente oligotróficos pero más diversos (e. g., Sioli, 1990). 3. Hay uchas afirmaciones sin referencias en el subcapítulo biogeografía. ¿De dónde las tomaron? 4. Contactar a ictiólogo y limnólogos de UTCh y pedir datos de diversidad de spp de peces, insectos acuáticos, macrófitas, perifiton en quebradas y ríos de diverso tamaño y explorar relaciones


Geomorfología

La descripción de la geomorfología del área del proyecto comprende la siguiente metodología:

  • visita de campo,
  • consulta de imágenes de radar,
  • consulta de planos temáticos (geológico y geomorfológico),
  • consulta de estudios anteriores, especialmente el desarrollado por el consorcio INCOPLAN - PARSONS, del cual se tomó gran parte de esta descripción.

Zonificación

De acuerdo con lo anterior, el área se dividió en tres grandes unidades:

  • La cuenca hidrográfica del río Baudó,
  • La cuenca del río Quito y
  • La zona costera.

A partir de esa división, se describen diferentes subzonas en cada unidad.

Cuenca hidrográfica del río Baudó

Dentro de esta unidad se pueden diferenciar las siguientes sub-unidades geomorfológicos:

Vertiente escarpada (BVE)

Se presenta en la parte alta de la serranía del Baudó, en la vertiente oriental del río homónimo. Comprende alturas de aproximadamente 30 m que reposan sobre una vertiente de pendientes fuertes no escarpadas. Estos escarpes están formados principalmente por areniscas y arcillositas (¿arcillolitas?), moderadamente meteorizadas (suelo residual-saprolito) y fracturadas, lo que facilita desprendimientos y deslizamientos planares. La vegetación es muy densa y enmascara rápidamente las superficies deslizadas. Se encuentran en la zona predominantemente en sentido N-S.

Vertientes fuertes (BVF)

Son vertientes de pendientes fuertes, no escarpadas que se encuentran debajo de los escarpes descritos anteriormente, formadas por depósitos de vertiente que provienen de la parte más alta. Están localizados al E del río Baudó. Presentan drenajes cortos y torrenciales. Sobre la vertiente occidental del río, las pendientes son menos pronunciadas y el relieve es más ondulado y variable.

Planicies y valles aluviales (BPA)

Están asociadas al cauce principal del río Baudó, presentan, al sur del sitio conocido como Chachajo, un valle amplio con topografía más plana, donde se ubican pequeños asentamientos humanos y existen cultivos permanentes y transitorios utilizados por los habitantes de la región para su subsistencia. En este sector el río tiene carácter meándrico con un aporte abundante de sedimentos provenientes de sus afluentes. Hacia el norte de dicha población, el valle del río es más estrecho y el drenaje está más controlado por la topografía.

Cuenca hidrográfica del río Quito

Vertientes Onduladas (QVO)

Parte media de la vertiente del río Pató. Corresponde a vertientes fuertes no escarpadas, de topografía variable, de menor altura que las descritas en la unidad de vertientes fuertes del río Baudó. Está compuesta principalmente de areniscas y conglomerados donde se presenta una red de drenaje dendrítico, denso y de canales cortos.

Planicies y valles aluviales (QP)

Se encuentran localizados al norte del sitio Puerto Nuevo, ubicado sobre el trazo de la vía, en donde el río Quito tiene un carácter meándrico. Corresponde a zonas planas a ambos lados del cauce principal, desarrolladas debido a la dinámica del río. Los sedimentos aluviales corresponden principalmente a limos orgánicos, turbas, arcillas y limos, al igual que gravas y arenas.

Zona costera

Comprende la vertiente occidental de la serranía del Baudó, cuyas corrientes drenan directamente al mar.

Vertientes escarpadas (CVE)

Con similares características a las descritas para los escarpes de la cuenca del Baudó, ésta está localizada en la vertiente occidental que da hacia la costa.

Laderas onduladas (CLO)

Está ubicada a continuación de la anterior sub-unidad, se encuentra entre aquella y la zona de manglares. Está conformada principalmente por lavas almohadilladas, chert y calizas. Su topografía comprende vertientes con pendientes suaves a planas y no presenta procesos erosivos de gran importancia.

Manglares (CM)

Están localizados bordeando la ensenada de Tribugá, correspondiendo a depósitos lacustres con predominancia de limos orgánicos. Ubicados sobre una amplia franja en sentido N-S, son zonas planas y pantanosas, con vegetación característica de manglar.

Barras de Playas (CP)

Corresponden a depósitos de materiales asociados tanto a la dinámica costera como a los aportados por el río Tribugá.

Áreas de depósito de materiales (botaderos)

En este aparte se identifican los sitios escogidos como botaderos del material de que se ha de retirar durante las obras de descapote y cortes en la construcción de la vía.

  • B2: Localizado sobre la vertiente occidental de los cerros de Chachajo, a una altura aproximada de 300 m s. n. m. Está ubicado en interfluvio, ca. manantial, en el km 70 y a unos 150 - 200 m del trazo de la vía. Corresponde a la unidad geomorfológica QVO.
  • B4: Ubicado en la sub-unidad de vertientes fuertes de la cuenca del Baudó (BVF), caracterizada por estar formada por depósitos de vertiente. Zona de pendientes moderadas a bajas a unos 200 m al occidente del trazado de la vía.
  • B6: Piedemonte de los cerros de Chachajo, pendientes moderadas a bajas. Está ubicado en la unidad geomorfológica BVF, a 1 km al N del punto B4, costado occidental del trazo de la vía.
  • B5: Localizado al SO del sitio Yucal, en la unidad BVF, aproximadamente en el km 75,5. Se ubicará a unos 100-200 m de un drenaje afluente de la quebrada Amparraidó. Es esta una zona de pendientes bajas, sin problemas de inestabilidad que impidan su utilización como botadero.
  • B7: Localizado en la unidad BP, planicie aluvial del río Baudó. Pendientes planas, no presenta mayor problema de estabilidad, pero sí puede afectar negativamente el paisaje si se deja un botadero de mucha altura. 2
  • B8: En la vertiente oriental del río Baudó y al este de la vía, a unos 2 km de la misma. Ubicado sobre la unidad de vertientes fuertes (BVF), pero en el sitio escogido para el botadero, las pendientes son moderadas a bajas.
  • B12: Ubicado entre el trazado de la vía y el río Cugucho, al norte de la vía, sobre la unidad de vertientes fuertes BVF, aunque con pendiente moderada en el sitio del botadero.
  • B13: Cerca de la confluencia de los ríos Tumandocito y Tumando, el sitio escogido presenta pendientes moderadas y no afecta a los drenajes mencionados. Está localizado sobre la unidad BVF.
  • B14: El sitio escogido está a unos 200 m del río Tumandocito sobre su margen norte. Corresponde a la misma unidad geomorfológica (BVF).
  • B15: También sobre la vertiente norte del río Tumandocito, igualmente ubicado en la margen N de la vía y a unos 500 m de ella. Corresponde a una zona de pendientes más suaves en una vertiente de pendientes moderadas a fuertes. Unidad BVF.

Alternativa, descripción de depósitos en tabla3

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Tabla 2.5 Características de áreas de depósito de materiales (botaderos)
depósito localización altitud
(m s.n.m.)
unidad geomorfológica pendiente capacidad hm3 rango de uso
(km inicial\km final)
observaciones
B2 vertiente O cerros de Chachajo 300 QVO xyz ¿? xxx ¿? 70\xx en interluvio,
ca. manantial

150-200 m de eje
B4 xxxx ¿dato en mapa? BVF baja a
moderada
¿dato en mapa? ¿dato en planos o cartera? zona de depósitos de vertiente a 200 m O de eje
B5 SO de Yucal xxx BVF baja xxx 75,5\xx zona estable, <200 m de afluente de q. Amparraidó
B6 piedemonte cerros de Chachajo xxx BVF baja a
moderada
xxx xx\xx 1 km N de B4, O de eje
B7 planicie aluvial Baudó xx BP plana xxx xx\xx área estable
altura de depósito deteriora paisaje
B8 vertiente E río Baudó
2 km E de eje
xxx BVF baja a moderada xxx xx\xx -
B12 N de vía, entre eje y río Cugucho xxx BVF moderada xxx xx\xx -
B13 confluencia de ríos Tumandocito y Tumandó xxx BVF moderada xxx xx\xx -
B14 200 m N de río Tumandocito xxx BVF xxxx xxx xx\xx -
B15 vertiente N de río Tumandocito, 500 m N de eje xxx BVF suave en sitio
fuerte a moderada en zona
xxx xx\xx -


Evaluación de impactos ambientales producidos por los botaderos y medidas de mitigación

Impactos sobre el componente geosférico
Morfología5

Los botaderos producen un efecto visual negativo que puede alterar el carácter del paisaje. Las causas de estas alteraciones son diversas. Lo mas frecuente es que haya una falta de ajuste o un excesivo contraste de formas y líneas entre la geometría de los botaderos y las formas suaves y blandas del terreno, o el contraste cromático introducido por el botadero en una zona donde el colorido dominante sea el verde homogéneo de la vegetación chocoana.

Otra causa de alteración, es que los elementos físicos (depósitos y llenos) se conviertan en factores dominantes en relación a los existentes, especialmente en términos de escala y de posición.

Los impactos visuales producidos pueden clasificarse en cinco grandes grupos: ¿Son los impactos de los botaderos sólo visuales? Por ejemplo:

  • desplazamiento temporal o permanente de áreas cultivadas o de pastoreo o ramoneo de ganados
  • alteración de los drenajes superficiales (para aislar el botadero)
  • alteración de las napas de agua subsuperficiales, por drenaje excesivo o por aislamiento
  • etc.

  • Descapote:

El retiro de la capa vegetal produce una variación visual en las características paisajísticas del entorno. El contraste de colores en las superficies descapotadas y el entorno es uno de los aspectos que mas se destaca durante el período de llenado.

  • Los depósitos:

Las técnicas mas convencionales de disposición de materiales, producen por lo general una agresión paisajística importante.

Los métodos constructivos tienen una gran influencia en el tipo de alteración, ya que, dependiendo de los mismos, se podrá o no, proceder a la recuperación desde los momentos iniciales o realizar ésta una vez se finalice el llenado del terreno.

  • Equipos móviles:

La maquinaria de riego y compactación y las volquetas de transporte de escombros producen alteración paisajística temporal, debido a los diversos colores, a su tamaño y a su movimiento.

  • Contaminación del agua y el aire:

La emisión de contaminantes físicos y químicos a la atmósfera o al agua puede llegar a causar una alteración estética. El polvo producido en los botaderos que se deposita en las proximidades llega a alcanzar grandes áreas con colores variados generalmente terrosos, incidiendo además sobre la fauna y la flora.

Integración de los botaderos al paisaje

El diseño de la configuración final del terreno tras la explotación de un botadero, determina un conjunto de factores que pueden agruparse bajo 5 puntos genéricos: biológicos, topográficos, geotécnicos, estéticos y económicos.

Las consideraciones de los factores, determinan algunas soluciones que se convierten en contradictorias o de conflicto pero el desarrollo final ha de llegar a dar soluciones para el logro de los siguientes objetivos:

  • Un aprovechamiento del botadero que alberga el depósito, lo mas racional posible.
  • Una topografía final estructuralmente estable que minimice los riesgos de deslizamiento o colapso de los taludes y facilite el drenaje natural de agua superficial.
  • Una geometría final que no suponga riesgo potencial de daños a personas o animales.
  • Una integración del conjunto lo más acorde con el paisaje natural circundante.

Se debe tener en cuenta que la remodelación del terreno, condiciona otros aspectos de la recuperación del mismo, como el establecimiento de la vegetación y la evolución del suelo y que han de adaptarse a los requerimientos que exigen los usos del suelo previstos para la zona.

Los depósitos de los botaderos, constituyen uno de los elementos de mayor intrusión en el entorno, provocando cambios en las características visuales de la zona, proporcionales a la alteración fisiográfica producida, y alteraciones en la calidad paisajística, debido a la introducción de colores, texturas y formas discordantes con las del entorno y que suponen una pérdida de naturalidad.

Para minimizar en lo posible estas alteraciones visuales y ecológicas que producen las actividades del depósito y conseguir una mejor integración paisajística, es necesario aplicar una serie de elementos de diseño que aun siendo elementales, constituyen en algunos casos una herramienta de utilidad. Estas medidas que se exponen en los puntos siguientes, pueden dividirse en tres tipos de técnicas basadas en el alejamiento, la ocultación y el enmascaramiento.

  • La localización, tiene un limitante de índole económico debido a la distancia de transporte de los materiales.

Cuando sea factible, los criterios referentes a la ubicación del botadero, para este proyecto, se basaría en el aprovechamiento de los accidentes topográficos y la vegetación natural.

Los depósitos pueden llevarse a cabo en las vertientes opuestas de manera que el terreno natural actúe como medio de ocultación.

Por otro lado, la vegetación natural existente es otro elemento natural aprovechable en la ocultación, de manera que ésta quede interpuesta entre el observador y el área ocupada por el depósito.

Orientación y dirección

Otros factores que pueden ayudar a mitigar el impacto visual producido por las escombreras son: la orientación de los frentes y la dirección de avance previsto.

Los frentes pueden orientarse de manera que la parte donde se está depositando no sea tan visible desde los puntos principales de observación.

Esto se consigue, por ejemplo, cuando los taludes se van conformando con un rumbo paralelo a la dirección de un corredor visual situado al mismo nivel.

Simultáneamente, la vegetación o tratamiento progresivo de los taludes que vayan alcanzando su posición final del proyecto, complementará el efecto de la orientación y permitirá utilizar los materiales de descapote previamente apilados.

Manejo y medidas de mitigación

Accesos Los puntos de entrada a los botaderos desde la vía en construcción, si están mal elegidos y los trazados no son los adecuados, puede agravar el impacto visual e incluso constituir puntos peligrosos con alto riesgo de accidente.

Los puntos de entrada deben de estar, en lo posible, fuera de los tramos de curva donde la visibilidad del los conductores es limitada.

Configuración de los llenos La configuración geométrica del lleno, ha dependido casi exclusivamente de la morfología de la superficie de apoyo y del sistema de vertido empleado.

Las exigencias técnicas y ambientales, han hecho que en los últimos tiempos se establezcan unos criterios básicos, aprovechando, en lo posible, las ventajas que ofrecen ciertos principios ópticos, para conseguir que disminuya el impacto visual producido por los botaderos:

El ojo percibe mas las dimensiones verticales que las horizontales, por lo que impactará menos una masa alargada y de poca altura que otra estrecha y alta.

La distribución del material sobre una ladera en pendiente hace que en la parte más alejada del observador se aprecie una menor masa aparente.

Se debe evitar que la altura del botadero sobrepase la cota altitudinal del entorno para que así no destaque en la línea horizontal.

En los terrenos ondulados y montañosos la intrusión visual disminuye: primero si las escombreras se apoyan en las laderas y, segundo si se reproducen las pendientes, formas y líneas naturales del terreno.

Erosionabilidad

La operación de un botadero lleva consigo una serie de operaciones, generalmente de alcance considerable, que producen importantes cambios en la morfología. Se hacen llenos, se construyen vías de acceso, se modifica o se interrumpe el cauce de una quebrada, se mueven grandes volúmenes de tierra y se conforman los terraplenes del lleno. Todo ello favorece el fenómeno de la erosión y trae consigo problemas de carácter ambiental. Dicho fenómeno se ve acentuado ante la ausencia de cobertura vegetal, así como por la formación de taludes de fuerte pendiente.

En el caso de las actividades del lleno, es la erosión hídrica la más importante y la de efectos más perjudiciales, se produce, cuando se disgregan las partículas de los materiales superficiales y son arrastrados de dichas superficies por la acción del agua.

El impacto de las gotas de lluvia sobre la superficie descapotada de los suelos de las áreas del botadero, provoca, por un lado, una destrucción de los agregados de los materiales produciendo una liberación de las partículas finas y, por otro una disminución de la velocidad de infiltración como resultado de la formación de una costra más impermeable debido a la compactación.

Si cae más lluvia de la que puede infiltrarse en el suelo se produce entonces la escorrentía.

La erosibilidad de un talud puede ser cuantificada a partir de la precipitación pluvial, la erosionabilidad del suelo, la longitud de declive del talud, la pendiente y la cubierta vegetal. Su evaluación puede hacerse utilizando la ecuación universal de pérdida de suelo dada por Wischemier y Smith en1958 . Sin embargo, para el caso de los botaderos, se considera que mas que predecir o determinar la erosionabilidad que pueda presentarse en cualquiera de las etapas, se requiere desarrollar medidas tendientes a evitar la erosión de la capa vegetal y del terreno restaurado, controlar la de los terraplenes durante la operación y recolectar y decantar las aguas que contengan materiales en suspensión producto de la erosión.

Medidas de mitigación y control de erosión.

Las acciones encaminadas a reducir las pérdidas de suelo por erosión hídrica en una superficie afectada por la actividad del botadero, se centran en el modelado final y en el diseño y construcción de obras de drenaje y desagüe que a su vez, tienen como objetivos principales: conducir por los lugares adecuados los excesos de agua que se presentan durante las lluvias, o la que discurre por causas existentes, de manera que se impida la disgregación y arrastre de los materiales superficiales por la acción erosiva del agua.

Para el manejo de las aguas, es necesario primero recolectarlas ya sea utilizando cunetas, diques, barreras, estructuras de desagües, sumideros, etc, luego se transportan por canales o tuberías, si es necesario se limpian con procesos de sedimentación y se entregan a las fuentes naturales de agua o se descolan para que se infiltren.


Estabilidad de Taludes

Los riesgos de deslizamiento son de suma importancia en la construcción de botaderos, por el gran peligro que representan.

Las causas y condiciones que pueden inducir movimientos de masa pueden ser:

  • Concentración de agua lluvia
  • Suelos arcillosos, cohesivos y saturados de agua.
  • Suelos sueltos con estructura particular y baja resistencia al corte o cizalladura.
  • Materiales intercalados o alternantes de diferente resistencia o permeabilidad causados por los procesos de depósito.
  • Existencia de fuerte escorrentía a lo largo de la ladera.
  • Existencia de cambios rápidos en el nivel de las capas freáticas.
  • Grado de pendiente.
  • Colocación de cargas en la parte superior de la ladera.
  • Cambios de la presión del agua en los poros del material del lleno debidos a fluctuaciones del agua lluvia, drenaje y escorrentía de agua lluvia.
  • Vibraciones debidas a movimientos sísmicos, que pueden reducir la resistencia a la cortadura.
  • Alteración de estratos débiles en el pie de las pendientes.
  • Remoción de materiales granulares por erosión.
  • Tráfico de equipo pesado.


Impactos sobre el componente atmosférico
Polvo y gases

Las principales fuentes de contaminación de la atmósfera por polvo y gases debido a la operación de los botaderos son:

  • Vías de circulación
  • Equipos, volquetas y maquinaria
  • Superficies expuestas de los llenos

El proceso de polución de la atmósfera se inicia al introducir en ella los contaminantes y continúa con la presencia de los mismos en el medio gaseoso, siendo función de las propiedades de los compuestos y condiciones ambientales.

La medida del nivel de contaminación debe realizarse pues, desde la iniciación del proceso, esto es, desde la emisión de la sustancia.

El camino que siguen los contaminantes en la atmósfera es complejo, por cuanto en su difusión intervienen las características propias de dichas sustancias y las condiciones meteorológicas. Por esta razón, en la evaluación de los contaminantes se habla del concepto de inmisión por el cual se entiende la concentración y permanencia de las sustancias que causan la polución de la atmósfera en forma continua o temporal, en las proximidades del suelo y en puntos suficientemente alejados de las fuentes.

Aunque la contaminación procedente de los equipos y maquinarias dentro de los botaderos accionados por motores de combustión interna es mucho menos importante que la polución del aire debido al polvo, conviene recordar que por cada Kg. de ACPM se requieren 15 Kg de aire para la combustión completa y que la emisión resultante, en volumen, es aproximadamente de 13 m3. Bajo condiciones perfectas de combustión la emisión está compuesta volumétricamente por un 73% de nitrógeno, un 13% de dióxido de carbono y un 44% de vapor de agua.

Pero debido al mal funcionamiento de los motores y a la impureza que lleva el propio combustible, en las emisiones aparecen otros contaminantes tal como puede observarse en los valores de emisión de los siguientes equipos:


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Tabla 2.6 Volqueta de 30 Ton de capacidad con un consumo de combustible de 0,45 L/km
Contaminante Emisión
Partículas 0,75
Óxido de azufre 1,50
Monóxido de carbono 12,75
Hidrocarburos 2,13
Óxido de nitrógeno 21,25
Aldehídos 0,19
Ácidos orgánicos 0,19


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Tabla 2.7 Factores de emisión para motores DIESEL
Tipos de Emisión Factor (Kg/1.000 gal. Combustible DIESEL)
Partículas 55
Óxido de azufre 20
Monóxido de carbono 30
Hidrocarburos 70
Óxido de nitrógeno 110
Aldehídos 5

Para el control de las emisiones de los motores diesel, se han desarrollado numerosos sistemas, entre los que cabe citar los depuradores catalíticos o por barboteo en agua, filtros, etc.

Medidas de control y prevención de polvos en las diferentes actividades de los llenos:

  • Transporte de escombros

Es la principal fuente de polvo fugitivo que se produce por la circulación de las volquetas a través de las vías y rampas de los botaderos. El peso de los vehículos hace que se trituren los materiales de las capas superficiales de las vías dando lugar a finos y las propias llantas transportan también pequeñas cantidades de barro que se van depositando a lo largo del trayecto y que, tras su secado, se desintegran generando polvo con el movimiento del aire.

Los métodos de control más utilizados son:

    • Riego con agua: Es un método bastante económico y efectivo. La eficiencia de control se cuantifica en el 84% y 56% para las partículas totales e inhalables respectivamente. El principal inconveniente es la frecuencia de aplicación sobre todo en épocas de verano. El costo depende del equipo utilizado, que puede ser una simple cisterna remolcada con riego por gravedad o unas mangueras o un equipo sofisticado equipado con bombas y aspersores.
    • Tratamientos superficiales de la rasante de las vías: Consiste en agregar al material que conforma la rasante de la vía un aditivo que genere aglutinamiento de las partículas sueltas. Se utilizan de varios tipos, los más comunes son: tratamientos superficiales simples o dobles con asfalto o emulsiones, macadam asfáltico y estabilización química.
  • Taludes de los llenos expuestos a la acción del viento.

La existencia de superficies desnudas en los llenos, sobre los cuales incide el viento, constituye una fuente de formación de polvo muy importante a la que debe prestarse una especial atención.

La erosión eólica es un fenómeno superficial que depende básicamente de la velocidad del viento y puede tener lugar por tres tipos de movimientos de las partículas: saltación, deslizamiento superficial y suspensión.

La erosión eólica se produce de acuerdo con los siguientes mecanismos:

  • Detrusión: dislocamiento de las partículas de roca proyectada desde la superficie y causada por la acción del viento y por el bombardeo de las partículas erosivas impulsadas por el viento.
  • Efluxión: remoción de las partículas con diámetros entre 0.05 y 0.5 mm causada principalmente por saltación.
  • Extrusión: empuje activo de las partículas de suelo que son demasiado gruesas para ser removidas por saltación.
  • Eflación: remoción de las partículas finas susceptibles de ser transportadas en suspensión, dejando los granos más gruesos en el terreno.
  • Abrasión: destrucción de las partículas bajo el impacto de otras partículas que se mueven por saltación.

Los métodos de control de polvo ante estas situaciones son:

  • Instalación de pantallas contra vientos.
  • Implantación de vegetación
  • Empleo de estabilizadores

El primer método tiene una efectividad reducida debido a que el efecto posee un carácter local y las superficies son en ocasiones irregulares y muy extensas. Las pantallas artificiales tienen también aplicación para disminuir la velocidad del viento.

El restablecimiento de la vegetación es la solución ideal, pues reporta numerosas ventajas. Pero esto es en ocasiones inviable debido a que no se han alcanzado las situaciones finales previstas. No obstante, el correcto diseño y planificación de las operaciones puede permitir llegara corregir en el tiempo estados definitivos lo antes posible.


Ruido

Las principales fuentes de ruido en los botaderos son los equipos móviles. Son los propios de las operaciones básicas: transporte, riego y compactación. Las causas principales de los ruidos son:

  • Funcionamiento del motor
  • Salida de los gases de escape
  • Funcionamiento del ventilador del sistema de refrigeración
  • Funcionamiento del sistema hidráulico
  • Movimiento de las orugas o roce de las llantas con el suelo según el tipo de maquinaria.

Los efectos producidos por el ruido sobre las personas se pueden resumir en:

  • Fisiológicos (deterioro de la audición)
  • Sicológicos (interferencia con la comunicación hablada, el descanso y el sueño)
  • Efectos subjetivos (molestias e irritación)
  • Efectos sobre el trabajo (molestias, accidentes, distracciones, pérdida de rendimiento, etc.)
  • Efectos directos sobre la salud

Control y Corrección del ruido.

Las tres soluciones que pueden adoptarse para disminuir el ruido son:

  • Reducir la causa
  • Aislarla fuente emisora
  • Absorber o atenuar entre la fuente emisora y el receptor

El diseño de la maquinaria móvil ha mejorado en los últimos años y se han ido desarrollando sistemas combinados para reducir el ruido, por ejemplo, silenciadores mas grandes para los gases de escape, envío del aire del ventilador soplante hacia arriba a través de rejillas que disponen de material absorbente, etc.

Una técnica bastante extendida consiste en la construcción de barreras o pantallas entre la fuente emisora y el receptor. El ruido es difractado en la coronación de la pantalla, siendo este efecto mas relevante en los ruidos de alta frecuencia que en los de baja, por lo que en estos últimos el apantallamiento es más efectivo. En la práctica, la reducción del ruido es menor que la teórica calculada debido a la turbulencia del aire y dispersión del ruido en la coronación de la pantalla. Estas pantallas se suelen construir con una altura de 5 a 10 m utilizando los llenos de los botaderos.


Impactos sobre el componente hidrosférico

La alteración de las aguas superficiales, comienza en el momento en que se modifica la red de drenaje natural. Los botaderos dejan materiales desnudos sobre los que el agua puede actuar erosionándolos al disgregar las materiales y remover los elementos finos.

Medidas de mitigación de efectos sobre el componente hidrosférico.

Los botaderos pueden generar varios tipos de contaminación tanto en las aguas superficiales como en las subterráneas además de variar su cantidad.

Las medidas para mitigar los impactos sobre el componente hidrosférico son:

  • Revegetación de los terrenos

Se ha comprobado que la revegetación de los terrenos ayuda a mejorar la calidad de las aguas. Esto probablemente es debido a las restricciones físicas del sistema ya que se reduce la exposición de la superficie al agua. La cubierta de los terrenos con vegetación, aumenta también la evapotranspiración y restringe la migración del agua.

La revegetación es una técnica que ayuda al control de formación de aguas ácidas, llegando en algún caso a reducir éstas hasta en un 50º

  • Manejo de lubricantes y combustibles

En los botaderos es usual el manejo de estos líquidos no miscibles con el agua. Los más abundantes son los lubricantes, que son producto del mantenimiento de la maquinaria y volquetas. Como no es demasiada cantidad, la recolección para reutilizarlos es sencilla, pudiendo hacerse utilizando canecas, cisternas, cárcamos de recolección, trampas de grasa.

DESCRIPCIÓN TRABAJO DE CAMPO

Tramo La Victoria - Chachajo

El trabajo de campo en el componente geológico - geomorfológico consistió en un recorrido inicial, entre los sectores La Victoria - El Afirmado, sobre el trazado de la vía, observando puntos de inestabilidad como deslizamientos en las márgenes de la vía y la presencia de erosión superficial sobre el mismo trazado. La observación de la geomorfología fue muy limitada debido a la espesura del bosque y la carencia de puntos de observación (sitios altos desde donde se pudiera ver claramente el paisaje y las geoformas), haciéndose necesaria la utilización de imágenes de radar.

El recorrido se hizo inicialmente entre los puntos conocidos como La Victoria - Antadó - La Punta - El Afirmado, utilizando el trazado existente de la vía hasta esa zona. La carretera en ese tramo se encuentra en mal estado debido a la erosión superficial por acción de la escorrentía, presenta lavado de los materiales pétreos (cascajo), lo cual deja en superficie un material arcilloso que hace bastante difícil el tránsito vehicular. Existen numerosos surcos y algunas cárcavas en la vía. Los taludes se presentan cubiertos de vegetación propia de la zona. En los afloramientos se observa roca meteorizada (saprolito). También se presentan algunos deslizamientos menores en la margen izquierda de la vía (en dirección a El Afirmado) debido a la alta precipitación y a las pendientes fuertes de los taludes.

Es muy común la formación de cárcavas en los drenajes que cruzan la vía y el daño evidente de algunas de las obras de drenaje construidas, lo que afecta claramente la vía. El inventario de las obras de arte afectadas se pueden observar en el componente de ingeniería. Los puntos de interés señalados, tanto en la vía como en quebradas, en el tramo hasta Chachajo, fueron ubicados mediante GPS y fueron nombrados como WP (WayPoint). A continuación una breve descripción de esos puntos:

  • WP01: km 87. Camino en mal estado, el material pétreo se ha ido perdiendo por escorrentía, observándose formación de surcos en la vía. Hay alta meteorización química, lo que será constante durante todo el trayecto. Se observan algunos deslizamientos pequeños en la margen izquierda.
  • WP05: (1.019.822 m E; 1.107.216 m N) km 83. En la margen derecha de la vía hay una pared de 20 a 25 m de altura por 30 m de anchura aproximadamente. Es un afloramiento de saprolito y se observa deslizamiento planar por la superficie de diaclasamiento.
  • WP06: (1.019.278 m E; 1.107.812 m N) km 82-81. Afloramiento sobre la margen derecha. El buzamiento es hacia la superficie del talud, lo que puede generar deslizamientos planares hacia la vía. El material del saprolito es arcilloso, muy compacto, con láminas arenosas que favorecen la infiltración y cuyo contacto con zonas más arcillosas pueden activar deslizamientos planares.
  • WP08: (1.015.471. m E; 1.111.317 m N) km 74. Talud de 30 m de altura con roca oscura de textura arcillo-limosa con restos de conchas en la matriz. El talud, casi vertical, presenta desprendimientos de bloques por diaclasamiento que taponan el trazo de la vía. Hay un tramo de unos 100 m con numerosos desprendimientos.
  • WP09: (1.013.144 m E; 1.113.533 m N) Saliendo de El Afirmado, por el antiguo trazado de la vía. El camino está taponado por la vegetación que ha cubierto prácticamente el camino. Hay una estructura de paso para el drenaje que se ha colapsado y genera una alta inestabilidad en el trazado.
  • WP10: (1.013.482 m E; 1.114.497 m N) Iguales características a las del punto anterior.
  • WP12: (1.013.751 m E; 1.115.255 m N) Amplia superficie de deslizamiento, ubicada con GPS (ver mapa). Dimensiones de 50 m de ancho por 30 m de alto, aproximadamente, cubierta por completo de vegetación. A partir de este punto, los WP se ubicaron en las quebradas, describiendo los afloramientos de roca observados en las márgenes de las mismas. Ya no existe trazado de la vía y el trabajo consistió en visitar las quebradas y ubicar los puntos de canteras, ya señalados en estudios anteriores.

Quebradas Wina, Ángela, Wina Media. Zona de colinas de altura moderada cubiertas de bosque nativo como toda la región visitada. En las quebradas no se observan afloramientos de roca fresca, pero sí ligeramente meteorizada, saprolitizada. En los lechos se observan conglomerados de cantos medios a gruesos (aprox. 1 cm de diámetro) en matriz arcillosa. Estas quebradas son de carácter torrencial, con pendientes medias a fuertes en la parte alta de la montaña. Los diámetros de los cantos observados en el lecho son variables, de 50 a 70 cm aproximadamente.

  • WP20 (1.011.837 m E; 1.121.580 m N) Quebrada Amparradó. Con carácter menos torrencial, lecho amplio, se observan grandes bancos de arena. Material de arrastre más fino que en las quebradas descritas en el punto anterior.

Este sector corresponde al sitio Chachajo, ubicado en la margen izquierda del río Baudó. Las quebradas aquí ubicadas tienen un régimen más suave, presentando abundantes bancos de arena propicios para la explotación y utilización en la construcción de la vía. El río Baudó es de carácter meándrico en esta zona, con márgenes altas de unos 2 a 4 m de altura en ambos costados. Presenta numerosos bancos de arena y mucho material de arrastre, vegetal (árboles, ramas). Se observa fuerte erosión en sus márgenes, producto de las diferentes crecientes ocurridas en el río. El agua es de color café debido a la altísima sedimentación.

Al este de la población de Chachajo se observa un ramal de la serranía del Baudó, con pendientes fuertes a escarpadas en la parte alta y una cuchilla alargada en sentido SE - NO, completamente cubiertas por la espesa vegetación de bosque primario.

Hacia el NO de Chachajo se observa, en la misma serranía, un escarpe en roca, se presentan desprendimientos en roca en una pared semi-vertical, en planos de fracturamiento paralelos a la pendiente.